Las memorias del creador y líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, desde sus orígenes en Paraná hace 70 años hasta hoy.
“Recuerdos que mienten un poco” (Sudamericana), el libro autobiográfico que reúne las memorias del Indio Solari, el líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, ya está disponible en las librerías del país.
“Pocas materias son más plásticas, más maleables que la memoria”, dice el Indio en este volumen de casi mil páginas, en las que el rockero recorre su historia personal junto a su interlocutor, el escritor Marcelo Figueras, desde su infancia entre Paraná y La Plata a su presente y su diagnóstico de Parkinson.
Publicado por Sudamericana, el músico, que siempre mantuvo un perfil reservado, repasa su pasado y su presente al ritmo de sus propios recuerdos: “La memoria es lo que uno recuerda, sí, pero al mismo tiempo es lo que uno cree que recuerda, y además lo que dice que recuerda”.
El relato incluye las polémicas, las peleas con sus compañeros de banda, los desencuentros con una parte del periodismo, así como también la muerte de Walter Bulacio y las reverberaciones del trágico recital de Olavarría 2017.
En el libro, el Indio habla de todo: desde Evita, “la hermosa mucha de Los Toldos” que “siempre fue el Lado A para mí” (la que habría puesto en la tapa de El ruiseñor, el amor y la muerte si no hubiese puesto a sus padres), hasta del futuro: “Me va a costar convencer a la gente de que no voy a tocar más. Casi nadie quiere creerlo, ¿no?”
También sobre sus letras: “Mucha gente tendía a menospreciar a nuestro público. Pretenden que no pueden entender lo que les estoy diciendo, por eso de que mis letras son crípticas. Pero en los momentos claves de la canción, soy bruscamente claro. Puede que el relato no sea simple, la forma en que voy encadenando imágenes. Pero, cuando llego ahí, cuando digo violencia es mentir, o todo preso es político, o nuestro amo juega al esclavo… Ahí nadie se confunde ni se pierde. Eso es una bandera y así lo entienden.”
Sobre Los Redondos sostiene “que éramos decadentes de verdad, ninguno de nosotros podía pasar por un miembro productivo de la sociedad. Haber sido marginal en serio -política, cultural, socialmente- te dotaba de una cierta fortaleza. Lo que perseguíamos no era una satisfacción epitelial, efímera”.
Y tras la separación de la banda, dice: “Más allá de Bruno y de Virginia, no me han pasado cosas más importantes: ¡como proyecto de vida, yo fui un Redondo durante casi toda mi existencia!”.
La autobiografía, que el Indio Solari viene trabajando hace algunos años con Figueras, aparece tras la publicación en 2017 de la distópica novela gráfica “Escenas del delito americano”, con textos del rockero e ilustraciones de Serafín.